Sobre la asistencia domiciliaria y la pobreza
Agradecemos mucho las sugerencias que estamos recibiendo para ampliación de nuestro programa de gobierno municipal. También son muy constructivas las preguntas que se nos hacen, algunas relacionadas con nuestras propuestas en política social. A este respecto queremos aclarar algunas cosas en relación con personas que necesitan ayuda.
Creo que todos sabéis que lo relativo a la Ley de dependencia es competencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Esta ley, en su aplicación, no ha cumplido las expectativas que en su día despertó, y casi todo se reduce al ingreso de personas dependientes en residencias, la practica totalidad privadas, con conciertos con el gobierno regional. Es por lo mismo que los ayuntamientos, como administración más cercana a los ciudadanos, y conocedores de las necesidades que estos tienen, en particular los mayores, deben de dedicar medios económicos y personales a la atención domiciliaria de aquellas personas que lo necesiten, en función del grado de dependencia y situación familiar. Cada persona somos un mundo, y puede que algunas necesiten que se les haga la limpieza y la compra, y otras que se les prepare la comida y se les ayude en otras tareas. También es importante, para personas que viven solas, dedicar un tiempo a hacerles compañía, acompañarlos al médico o a caminar un rato. El servicio domiciliario de comidas es otra opción, pero el ayuntamiento debe ocuparse y mejorar esta posibilidad.
Cuestión importante es también el que las personas que, por la edad, pierden movilidad o tienen patologías crónicas, que soliciten evaluación a la Consejería de Bienestar Social, para poder pedir ayudas o para tener una puntuación consolidada, si en algún momento deciden ingresar en residencia de mayores. En estos trámites y en otros, el ayuntamiento les ayudará en todo.
Otra cuestión que queremos aclarar es lo que entendemos por personas vulnerables, o que viven por debajo del umbral de la pobreza, sin entrar en el peliagudo asunto de si esas personas gestionan bien o no sus ingresos, o si una enfermedad determinada les condiciona su conducta. El umbral de la pobreza es una terminología técnica, derivada de directrices de organismos europeos y de la propia ONU. En la elaboración de estos datos tiene un papel fundamental el Instituto Nacional de Estadística. Ya sabéis que en Pelahustán nació el gran matemático Sixto Ríos, el padre de la estadística en España. Pues bien, la cifra oficial que tenemos actualmente, para considerar a una persona por debajo del umbral de la pobreza esta establecida en unos ingresos de 9.535. euros anuales. Para una familia de cuatro personas ese umbral está en torno a los 20.000 euros anuales de ingresos. No hace falta hacer una encuesta para saber que en nuestro pueblo hay personas mayores que tienen pensiones muy bajas, y que otras, en edad aún para trabajar, tampoco llegan.